Depresión.

Existen muchas razones por las cuales la depresión en los adultos mayores es frecuentemente ignorada o no es tratada. A medida que una persona envejece, los síntomas de la depresión son más variados que cuando se es más joven. Pueden aparecer como un aumento de la fatiga, o pueden ser vistos como malhumor o irritabilidad. La depresión puede ser difícil de identificar en adultos mayores. La confusión o los problemas de atención causados por la depresión, a veces pueden parecerse a la enfermedad de Alzheimer o a otros desórdenes cerebrales.

Los cambios de humor y los síntomas de la depresión, pueden ser causados por los medicamentos que las personas mayores toman para la artritis, la hipertensión arterial o para las enfermedades del corazón. Puede ser difícil para un médico detectar la depresión. Afortunadamente, las personas que están deprimidas frecuentemente se sienten mejor con un tratamiento correcto.

¿Qué causa la depresión?

No hay una causa única para la depresión en adultos mayores. Para algunas personas, una sola eventualidad puede producirle la enfermedad. La depresión afecta a menudo a personas que se sentían bien, pero que repentinamente enfrentan una muerte en la familia o una enfermedad grave. Para algunas personas, los cambios químicos en el cerebro pueden afectarles el ánimo y causar depresión. Como también aquellos que viven bajo mucha tensión, como los proveedores de cuidados de una persona enferma, podrían llegar a sentirse deprimidos. Y otros se deprimen sin razón aparente.

Las personas con enfermedades graves como cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas, accidentes cerebro-vasculares o la enfermedad de Parkinson, algunas veces se deprimen. Se angustian al pensar en la forma en que esta enfermedad cambiará sus vidas. Podrían sentirse cansados y no ser capaces de enfrentar las cosas que les produce tristeza. El tratamiento para la depresión les ayuda a sobrellevar los síntomas de la enfermedad, mejorando así su calidad de vida. La genética también puede jugar un papel en esto. Los estudios muestran que la depresión puede ser hereditaria. Los hijos de padres depresivos pueden estar bajo mayor riesgo. La depresión tiende a ser un desorden que ocurre más de una vez. Muchos adultos mayores que hayan sufrido de depresión en el pasado estarán en mayor riesgo de volver a enfermarse.

¿Cómo se presenta?

¿Cómo sabe usted cuándo necesita ayuda? Después de todo, al envejecer usted puede tener que enfrentar problemas que podrían “deprimir” a cualquier persona. Quizás está enfrentando la muerte de un ser querido o de un amigo. Es posible que esté pasando por una época difícil mientras se acostumbra a estar retirado o jubilado, y se siente solo. Posiblemente tiene una enfermedad crónica. O tal vez sienta que ha perdido el control de su vida.

Es frecuente la pérdida de ilusión y el desinterés por actividades que antes sí le gustaban e interesaban. Suele ser un síntoma temprano de depresión en esta etapa.

Después de un período de tristeza o preocupación, la mayoría de los adultos mayores se adaptan y recuperan el balance emocional. Sin embargo, si usted está padeciendo de depresión clínica y no consigue ayuda, esta depresión podría durarle semanas, meses o incluso años. Esta es una lista de los síntomas más comunes de la depresión. Si usted está padeciendo varios de estos, y si duran más de 2 semanas, consulte con un médico.

  • Una sensación de “vacío”, tristeza continua y ansiedad.
  • Cansancio, falta de energía.
  • Pérdida de interés o de placer en las actividades cotidianas, incluso el sexo.
  • Problemas con el sueño, incluyendo problemas para dormirse, despertarse muy temprano y también dormir demasiado.
  • Comer más o menos de lo usual.
  • Llorar mucho o con mucha frecuencia.
  • Molestias y dolores que no desaparecen cuando son tratados.
  • Dificultad para concentrarse, recordar, o tomar decisiones.
  • Sentirse culpable, incapaz, desesperado, o que no vale nada.
  • Irritabilidad.
  • Pensar en la muerte o el suicidio; un intento de suicidio.


Calucé Senior Living